Aprender habilidades sociales puede resultar desafiante si no se tuvo exposición a dinámicas de grupo tradicionales durante la infancia, si se enfrentan enfermedades mentales como la ansiedad o la depresión, o simplemente si no se contó con modelos a seguir positivos. Los jóvenes aprenden a manejar sus emociones y las de otros de manera efectiva socializando. Si no desarrollaste estas habilidades en tu crecimiento, no te preocupes, no estás solo (Epley, 2019).
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que posibilitan el desarrollo individual dentro de un contexto interpersonal, permitiendo expresar sentimientos, actitudes, opiniones o derechos de manera adecuada a cada situación, respetando dichas conductas en los demás. Estas habilidades generalmente solucionan los problemas inmediatos de la situación al tiempo que minimizan posibles problemas futuros (Caballo, 1993).
Las Habilidades Sociales y la Felicidad
Un estudio realizado por Salavera (2021) investigó la relación entre habilidades sociales y felicidad en estudiantes, encontrando diferencias significativas por género. Mientras que los hombres obtuvieron puntuaciones más altas en habilidades sociales, las mujeres lo hicieron en aspectos relacionados con la felicidad. Factores como la autoexpresión en contextos sociales y la habilidad para rechazar interacciones tienen un impacto directo significativo en la felicidad de los hombres, mientras que para las mujeres, la capacidad de expresar enojo incrementa la percepción de felicidad. Las relaciones interpersonales no solo permiten encontrar un lugar en diversos grupos y contextos sociales, sino que también refuerzan la personalidad propia (Salavera, 2021).
Cada situación social es diferente y no siempre existe una forma "correcta" de manejar cada una de ellas. Sin embargo, cuando se ven a través del prisma de estas competencias básicas, la mayoría de las situaciones sociales se vuelven mucho más manejables. Repasaremos algunos escenarios comunes con los que incluso los adultos podrían tener dificultades, pero ten en cuenta cómo estos principios pueden aplicarse en todas las situaciones.
Confronta constructivamente a alguien
Confrontar a alguien cuando tienes un problema con esa persona puede ser intimidante. Si eres del tipo que evita el conflicto, podrías racionalizarlo diciendo que quieres mantener la paz, o que no quieres molestar a nadie. Sin embargo, esto puede ser una forma de evitar tus propios sentimientos. Si no hubiera algo que te molesta, no habría nada sobre lo que confrontar a alguien.
Hablar y ser escuchado en un grupo
Ya sea una reunión o una fiesta, cada vez que se junta más de un par de personas en un grupo, puede ser difícil (si no imposible) meter baza. Aunque la mayoría de los trucos sobre cómo combatir esto implican gestionar cómo hablas —pausar en medio de una frase en lugar de al final, o terminar tu frase incluso si alguien intenta interrumpir—, un problema a menudo pasado por alto es gestionar cómo reaccionas al ser interrumpido.
Hacer/Mantener amigos como adulto
Al hacer nuevos amigos, debes comenzar con cierta motivación interna. Decídete a que vas a hacer amigos y luego ponte en situaciones donde eso pueda suceder. Toma una clase, únete a un club o simplemente habla con personas que conoces pero aún no son tus amigos. Más importante aún, haz un seguimiento. Si encuentras a alguien con quien quieras ser amigo —y especialmente si hay indicios de que esa persona también quiere ser tu amigo—, ponlo en lo más alto de tu lista de tareas para hacer un seguimiento. Te sorprenderás de lo fácil que es cuando lo haces a propósito.
Iniciar una conversación con alguien nuevo
Puedes sentirte incómodo o incómoda cuando estás solo o sola, pero practicar un poco de empatía puede revelar una poderosa verdad: A todos les pasa lo mismo. Una investigación encontró que menos del 47% de sus participantes creía que un extraño estaría dispuesto a hablar con ellos. En realidad, cada intento fue exitoso. La mayoría de nosotros estamos dispuestos a tener una conversación, simplemente no siempre queremos ser quien dé el primer paso (Epley, 2019).
Reconoce tu propio estado emocional y gestiona tus necesidades y sentimientos de manera constructiva. Toma la iniciativa para buscar los resultados sociales que deseas y empatiza con otros que están lidiando con las mismas luchas que tú. Con práctica, el resto de las complejas sutilezas de la interacción social fluirá mucho más naturalmente (Ravenscraft, 2020)
Referencias:
Caballo, V. (1993). Relaciones entre diversas medidas conductuales y de autoinforme de las habilidades sociales. Psicología Conductual. 1, 73-99.
Epley, N. (Host). (2019, October 7). Why Talking to Strangers Will Make You Happier [Audio podcast episode]. Chicago News. https://news.uchicago.edu/podcasts/big-brains/why-talking-strangers-will-make-you-happier-nicholas-epley
Ravenscraft, E. (2020, Enero). An Adult’s Guide to Social Skills, for Those Who Were Never Taught. The new york times. Section B, Page 5https://www.nytimes.com/2020/01/23/smarter-living/adults-guide-to-social-skills.html?smid=url-share
Salavera C, Usán P. (2021). Relationship between Social Skills and Happiness: Differences by Gender. Int J Environ Res Public Health. 2021 Jul 27;18(15):7929. doi: 10.3390/ijerph18157929. PMID: 34360220; PMCID: PMC8345378.